Ser un pequeño vestido negro es como estar en una hermandad. No eres idéntico, pero eres en su mayoría lo mismo. Tú y tus hermanas tienden a pensar igual, quieren los mismos tipos de cosas. Una fiesta donde no hay mucha comida descuidada. alcohol claro. Joyas brillantes y zapatos de lujo, con una bolsa para que coincida. Es difícil pensar en ser otro color. Si fueras púrpura, o amarillo brillante, o hierba verde, casi nunca te encontrarías con alguien como tú. Sería solitario, creo. Me gusta ser un pequeño vestido negro, y ver a mis hermanas donde quiera que vaya.
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